A Lorenzo lo mataron ustedes, todos los días, a través de todo un año.
Fuiste tú Kobbo Santarrosa, tú Hector Travieso, tú Frankie Jay, tú Alexandra Fuentes, tú Papo Brenes, tú Pedro Juan Figueroa, tú Leo Fernandez, tú Harold Rosario, tú Saudi Rivera, tú Yahaira Rodero, tú Soraya Sánchez, tú Nuevo Día, tú Vocero, tú Primera Hora, tú Programa mañanero de la radio. Ustedes mataron a Lorenzo todos los días en sus espacios mediáticos mientras jugaban a ser investigadores forenses.
Sin embargo, el momento de interés (por lo menos para mí), es ese momento en el que ustedes decidieron que este caso les concernía…que este era material apropiado para su programa y que había que cubrirlo. ¿Por qué? ¿Cual fue ese factor que los obligó a abandonar gran parte de su usual cobertura de la celulitis en las nalgas de Jennifer López, las paterías de Ricky Martin o las chillerías del Chuchín? ¿Quién le dijo a ustedes que estaban invitados a un caso ajeno al mundo de la farándula? Nadie, pero lo hicieron anyways y su decisión fue fatal.
Existe tal cosa como una fatiga social, un cansancio colectivo acerca de algo o alguien. Y ustedes lo lograron para con la muerte de un niño. ¡Felicidades!
Entre mis compañeros de trabajo y mis familiares, decidí preguntar (así como el que no quiere la cosa): “Oye, ¿y qué sabes del caso de Lorenzo?”. Aproximadamente el 50% de las personas a las que le pregunté me dijeron que están hartas de Lorenzo, de Ana Cacho y de La Comay. ¿Era ese el efecto que querían ustedes provocar? ¿Qué a la mitad del país le importara poco lo que sucediera con el caso?
El niño muerto y sus programas vivos. Cada nueva hora llena de detalles insignificantes y teorías bobas…contenido a granel. Su expertise en el caso fue aumentando, ya para el segundo día daban a la madre del niño de culpable, para la segunda semana de tecata y para el primer mes de ninfomaníaca. Pasaron los meses y se auto-otorgaron el derecho de meterse en la vida de esta familia, de llamarle “vieja chanchullera” a la abuela del niño y de gritarle asesina a la madre…frente a su cara. Llovieron las conjeturas, las falsas pruebas (algunas sacadas de “facebook”, claro) y poco a poco se borró la línea entre lo que es noticia y lo que es chisme. Al punto de que La Comay, hoy en el 2011, está mas cerca de ser Nancy Grace que Charlie Too Much.
Si le hubiesen dejado esta noticia al noticiero (no valga la redundancia) para que reportara solo lo relevante, a este niño se le hubiese hecho una verdadera justicia: el de darle la importancia y el respeto que se merece colocándolo en el mismo contexto mediático que otras tragedias que ocurren en el país. Pero no, todos los días a las seis de la tarde, desde hace 365 días, se habla con “seriedad” sobre el caso de Lorenzo en los mismos espacios televisivos en los que se habla con “seriedad” de las bellaqueras de Niurka Marcos, de lo bruta que es Maripily y de las casquetas de Elvis Crespo.
Gracias por nada.
1 comments:
muy buena critica y muy cierta... desgraciadamente
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